9 de febrero de 2012

El libro

Al ser jueves me desperté de nuevo temprano Alex, comenzó a sonar la alarma del despertador y después de los 5 minutos me levanté, vestí, tome mis cosas y salí de la casa, aunque regrese al poco tiempo pues había olvidado la tarjeta del metro-bus.

Hoy iría a realizar un trámite pendiente, quería evitarlo a toda costa Alex pues sería recordar momentos contigo, y así paso… por poco me pongo a llorar frente a extraños, lo bueno es que había llevado un libro en el cual concentre casi toda mi atención.

Desde hace tiempo no leía ningún libro y hoy me ha servido para evitar mirar lugares y recordar tantas cosas Alex, quizá sea bueno retomar ese hábito, al fin tengo en casa muchísimos libros por leer. Me concentré tanto que leí bastantes hojas.

Regrese a la casa y de inmediato me puse en camino para el Cenlex, llegue temprano y compre un pay, que me hizo pensar en los bonis, pues tenía un poco de hambre solo que a la mitad deje de comerlo pues se me revolvió el estómago y no quise ir a vomitar al baño. Como llegué temprano esperé afuera del salón y me puse nuevamente a leer.

Después de clases me regrese a la casa justo en el momento indicado pues comenzó a llover. Hoy he comido un poco más pero el problema es que el estomago no deja de revolverse y comienzo a tener esa sensación de querer ir a vomitar nuevamente.

Aun sigue prendida la veladora que ayer puse para ti Alex, es la primera que pongo desde hace tanto tiempo y creo que durará varios días encendida, espero que esa luz te llegue Alex.

De nuevo he atrancado la puerta principal Alex, ayer fueron a la casa de tu mamá unas personas con aspecto muy extraño e hizo que Cecilia se preocupara, de alguna manera o de otra creo que se preocupan por mi Alex, pero prefiero estar sola y poder llorar cuando lo necesite sin la mirada de mi mamá.

Alex… mi amado Alex… por favor no tardes en venir por mi… ya no quiero seguir aquí… te necesito tanto… TE AMO.

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