La regañada

Desperté minutos antes de que comenzara a sonar la alarma del despertador, me levante, vestí y salí de la casa no sin antes suspirar deseando que estuvieras a mi lado Alex. Esperé un poco a que Pedro llegara y nos pusimos en camino para ir a la planta con Nute.

A veces no sé porque aun acepto ir a esa planta, cada vez que regreso me deja tan cansada emocionalmente, tantos sentimientos llenos de tristeza Alex. Sería la primera planta automatizada por los dos Alex. Tu sueño…. Y ahora.

El día transcurrió sin problemas, algunas pequeñas modificaciones, correcciones y ajustes que nos solicitaron, pasamos gran parte del día tratando de hacer otras cosas, hasta que llego la comida.

Fuimos por unas hamburguesas, momento en el cual Sergio se nos incorporó. Comimos afuera de la planta, mientras lo hacíamos Pedro y Sergio comenzaron a hablar de tanta gente que no conozco Alex, seguramente o gran parte de ella te conocieron. Después regresamos a la planta a corregir el funcionamiento de la transferencia de custodia. Fue uno de los momentos más angustiosos y tristes que pase en el día.

En un inicio Sergio me comento que debía modificar la programación de la pantalla, el mundo se me vino encima Alex, sin que yo lo planeara regrese al momento en el que te la mostré y cuan orgulloso estabas de mí, te había gustado mucho y la presumiste a toda persona que entro a aquella presentación. Estuve a punto de comenzar a llorar, mientras deje que miraran la programación lógica me fui al baño para tranquilizarme un poco, moje mis manos y la cara, respire hondo y te suplique me ayudaras para que no le hiciera ningún cambio radical a la pantalla.

El trayecto del baño al cuarto de control repetía lo mismo, como si fuese un mantra que salvara mi vida, “Por favor Alex que no hayan cambios, por favor”… no sé cuantas veces lo repetí y aun llegando al cuarto de control y sentarme a esperar sus comentarios lo repetí varias veces.

Momentos de gran angustia Alex, afortunadamente solo debí agregar 2 pequeños botones a la pantalla, sigue estando casi igual. Un gran alivio para mi.

Probaron la funcionalidad de la pantalla y le explicaron a Adalid como debía usarla. Blanca se nos acerco y comento que mañana llegaría una pipa y sería muy importante que alguno de nosotros estuviera ahí. A los pocos minutos Pedro recibió un mensaje de Victor comentándole que se quedara cerca de la planta y mañana se presentara a las 8 de la mañana para dar por finalizado ese tema.

Después de ponernos de acuerdo y presentarles varias opciones a Pedro, Sergio y él se fueron juntos y regresarían mañana temprano con Nute, por lo que yo me regrese sola. Como ya había oscurecido prendí la radio, aunque todo el trayecto pensaba en que un ligero movimiento con el volante y ahí acabaría todo, las curvas me comenzaron a resultar peligrosamente atrayentes, fue un largo regreso a casa, largo y tentador.

Llegue a casa casi a las 10 de la noche, por supuesto inmediatamente le llame a mi mamá y soporte un poco de su “chantaje”, ella me ha dicho que todo el día ha estado nerviosa, si supiera lo que he pensado en todo el camino de regreso, si al menos supiera una pequeña parte de lo que siento.

A los 5 minutos llamo tu mamá, trate de decirle que no tenía mucho de haber llegado pero ella comenzó a regañarme, había momentos en los cuales alzaba la voz y me exigía no dejar la casa sola, “nos vacían la casa y luego que hacemos” repetía constantemente esa frase, porque no había luces prendidas y estaba muy oscuro. Hubo un momento en el que quise hablarle en el mismo tono que ella lo hacía pero guarde silencio Alex. Soporte y aguante todo lo que me dijo, sobre todo la forma en la que decía las cosas. Todo debido a que es tu madre Alex, solo por eso.

Finalizada la llamada pensé en tantas cosas, si debía irme de la casa, hablar seriamente con ella, etc. Tantas y tantas cosas pasaron por mi mente pero lo más sensato que pensé e hice fue dejar pasar el tiempo, de hecho pensé seriamente en no ir a las flores este viernes, dejar que se enfriaran las cosas. Tantas cosas que pensé Alex.

Me he ido a la cama con un mal sabor de boca. Mañana será otro día.

Pase el resto de la noche y parte de la madrugada hablando con Carlos, siempre surgen tantos ¿por qué? En nuestra charla. Tantas similitudes, tantas coincidencias… tantos porques.

Alex… mi amado Alex… te suplico ya vengas por mi… duele tanto tu ausencia… te lo suplico… ven ya por mi… TE AMO.