10 de junio de 2011

La charla

Alex, aunque mi mamá está en casa, me desperté al rededor de las 9 am, pero volví a dormir, despertar dormir, despertar dormir, mamá aviso que iría al súper, así que decidí levantarme y ponerme a "trabajar" un rato.

Cuando regreso comenzó a preparar la comida, por lo que me fui a la recamara, a veces siento que soy grosera con ella, pero no me nace estar charlando con ella y sinceramente con nadie, extraño mucho las charlas que tenía contigo, nunca evitamos charlar, a menos que estuviéramos enojados.

Comienzo a ser más hermética con la gente, si antes no comentábamos lo que nos pasaba a terceros, Alex ahora menos. No quiero que nadie se meta más allá de lo necesario. Sigo contestando con el mismo "uhm", "aja" o el "está bien". Simplemente no me interesa saber lo que la otra gente haga de su vida, empiezo a odiar la felicidad de los demás, no puedo soportar que alguien más vea lo "bello de la vida" cuando yo me siento más muerta que nada.

Dicen que no debo de rendirme, pero como no hacerlo si no puedo levantar la cara, si al caminar lo hago como si cargara el peso del mundo en los hombros, Alex sigo llorando a cualquier hora. Estoy en casa y siento que las paredes me asfixian, salgo de casa y comienzo a llorar, seguir así será una tarea titánica, Crees que pueda seguir Alex?... de verdad podré?

De regreso de Jamaica, pasamos a comprar atole (que seguramente se le había antojado a tu sobrino), salieron mi mamá y tu hermana, en el coche nos quedamos tu mamá y yo, terminamos hablando de ti, cuando le dije que no era justo lo que había pasado, que si existiera un “Dios justo” nos habríamos marchado juntos, ella solo permaneció en silencio. A casi 3 meses solo ella y yo te seguimos llorando, pero sabes Alex… yo te necesito a cada momento, te extraño pero sobre todo te sigo amando más que nunca.

De regreso, preferí caminar un poco más pero evitar la bola de personas jugando en la esquina, cada vez que los veo termino llorando y con un tremendo dolor y vacio a la vez.

Mi mamá me ha dicho que está vendiendo las cosas que teje, he pensado mucho en la ropita de bebe que me hizo y comencé a guardar para los hijos que tendría contigo Alex. Y ahora que le dije que se las devolvería no pude evitar comenzar a llorar, al final de cuentas ya no las necesitaré, nunca tendré en mi vientre, mis brazos o regazo un hijo nuestro. Eso ya no va a ser posible.

Hay Alex, que triste me siento, por más que intento el dolor y la tristeza crecen y crecen sepultando cada día más a la chica de la cual te enamoraste, me veo en el espejo y ya no me reconozco.

Alex… por favor… te lo ruego…. Ven ya por mi… ya no puedo más… ven por mi…. TE AMO

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