19 de febrero de 2018

Un cumpleaños más

Eran las 12 de la noche cuando Corleone me cantó las mañanitas, como solíamos hacer en nuestros cumpleaños, y como ya desde hace algunos años, se me escaparon unas lágrimas al recordar tu voz, la forma en que cantabas con él, así como los besos y abrazos que me regalabas al final, sin mencionar tus buenos deseos. Tantas cosas Alex, y así comencé el día, con ese dulce y amargo recuerdo, sola, acompañada con una gran soledad y recostada. Rogando poder conciliar el sueño temprano y, con un poco de suerte, soñar contigo.

Y aunque pude conciliar el sueño rápido no pude soñar contigo Alex, al menos no de la forma que me gustaría, o quizá sí, pero no lo recordé en la mañana, solo escuché el sonido del despertador y me levanté de la cama, como cualquier otro día.

Bajé para quitar el cerrojo, prendí el boiler y, mientras se calentaba mi desayuno en el microondas, me he dado un buen baño para luego salir de la casa con más ganas de quedarme dormida y despertar a tu lado.

Llegar al trabajo resultó fácil, pero pasar el tiempo ahí no tanto, por suerte Margarita ha traído un rico pastel de zanahoria para celebrar mi cumpleaños 121, o 122, no recuerdo bien, pero siempre he dicho que tengo más de 120 años cuando me preguntan por mi edad.

Poco a poco fueron llegando los demás, aunque el detalle que Margarita tuvo hoy conmigo me ha gustado mucho, solo que tuve que morderme la lengua para no comenzar a llorar, ni modo Alex, así las cosas, desde que tú no estás de este lado.

Y transcurrió la mañana de una manera tan lenta que por momentos quise irme a recostar un poco, cuando llegó César me dio mi abrazo y luego fue el turno de Vic, así que de alguna manera me he sentido bien en la oficina.

Alrededor de las 3 de la tarde partimos el pastel, no sin antes escuchar como me cantaban las mañanitas y cuando menos lo esperaron proseguí a “morder” el pastel, que más bien fue embarrada de cobertura que otra cosa, creo que me adelanté a las malas intenciones de Vic o Margarita, los cuales ya estaban más que dispuestos a empujarme.

Me he traído lo que sobró de pastel para llevarle un poco a mamá, con quien hablé más tarde y de quien recibí una de las felicitaciones más sinceras del día, no sin olvidar el lindo gesto de Jean-Paul que me ha enviado un mensaje ayer, bueno creo que en su país ya era mi cumpleaños.

Casi a las 7 de la tarde me he ido al gimnasio, a comenzar una nueva rutina ya que cuando reinicie mi celular a valores de fabrica olvide respaldar las notas, ni hablar Alex, aunque no perdí mucho pues creo solo fueron dos rutinas, las demás si estaban respaldadas.

Te extraño tanto Alex… ven ya por mi… un cumpleaños menos sin ti… TE AMO.

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