5 de febrero de 2018

Los helados y una buena charla

Lunes feriado Alex, he podido quedarme en cama hasta que no pude más, que eso fue mas o menos a las 9 de la mañana, desayuné un poco y organicé algunas cosas en casa, realmente no tenía ganas de salir de casa, pero como quedé de ir a comer con el ing. Harper comencé a alistarme, claro con toda la calma del mundo.

Hemos ido a comer a una plaza, donde el pidió un poco de pollo mientras yo me incliné mas por comer pasta y pescado, como siempre prefiero comer pescado a otra cosa, solo que estuve a punto de devolverla pues sentí la pasta muy dura.

Charlamos de muchas cosas, me hizo ver que la gente a mi alrededor se ha aprovechado bastante de mí, mientras escuchaba sus palabras comencé a pensar en todo lo que ha pasado desde tu partida, la situación con tu mamá, con el ahijado, ni que decirte de tus sobrinos y ahora con Cecilia, pienso en lo que hace tiempo me dijo, ojalá pueda llegar a un acuerdo con ella y poder comprarle esa propiedad, aunque sinceramente lo dudo, pero bueno.

De ahí pasamos a la nevería, donde compramos bastante nieve, casi un litro para llevar un cono para ir comiendo, ahí vimos a un vendedor de piñas, ofreciendo 2 por 25 pesos, estuve a punto de comprarle un par, pero pensé en las que tengo en casa y prefiero comérmelas a tirarlas, aunque si se veían bastante dulces, en fin.

He vuelto a casa poco después de ver una película, a veces me pongo a pensar en las similitudes que tengo con esta persona Alex, algunas de ellas hasta miedo me dan pues pareciera que lo conozco de hace mucho tiempo, solo espero que no termine enamorado de mi pues no creo poder corresponderle, sigo amándote a pesar de todo.

Hay tantas cosas que quisiera contarte Alex, de nuevo comienzo a sentirme perdida y sin rumbo.

Justo cuando me venía, el ing. Harper me ofreció un helado de piñón, para llevármelo, preferí dejarlo en su casa para comerlo luego, además terminaría comiéndomelo en el metro y llegaría sin nada, bueno si con bastante culpa y tendré que hacer mucho ejercicio para quemar esas calorías.

El camino a casa lo he sentido muy rápido, no dejo de pensar en todas las cosas que me dijo, sobre todo está el hecho de que la comadre solo me busca cuando me necesita, de lo contrario ni casi me hace y eso de que siempre seré bienvenida a su casa pero no me llaman cuando celebran algo, pues no sé, me incomoda bastante, con decirte que desde la vez que le lleve la laptop al ahijado no los he visto ni se de ellos, en fin.

Alex… ven ya por mi… no puedo más… duele mucho estar sin ti… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario