24 de febrero de 2018

La misa

Sábado de misa, así que me he levantado temprano, me vestí y preparé las cosas que le llevé a mamá para estar a tiempo en la Basílica y escuchar la misa que tu hermana le manda decir a su mamá y a ti. Y como ayer me dijo que le iba a ser imposible ir sentí el deber de estar ahí, como representante de tu familia, así que al 10 para las 8 ya estaba adentro de la capilla, tiempo después llego la señora Lucha, quien a la primera oportunidad me ha preguntado por tu hermana, por supuesto le he dicho que estaba bien, pero tuvo algo que hacer, preferí no dar detalles.

Al terminar me he ido directamente con mamá, he llegado temprano, solo que tuve que esperar por un largo rato a que llegara el transporte, poco faltó para que tomara la primer pesera que pasara y luego tomar la local, pero por suerte pasó y solo pague 11 pesos.

Hemos ido a hacer las compras habituales, compramos piñas, uvas, mandarinas, fresas y demás fruta para la semana, procurando siempre comprar lo mejor a un precio justo, ya que no siempre podemos comprar cosas económicas, hasta aprovechamos en comprar los dos kilos de plátanos que mamá consume a la semana, parece chango la condenada, lo que si es que ella no padece de calambres ni nada por el estilo.

Como volví temprano le llamé a Clemente para saber si podía ir a lavarme la cisterna, como habíamos quedado en la semana, al no contestarme preferí cambiar los planes e irme a casa del Ing. Harper, quien amablemente me esperó abajo y fuimos a comprar mariscos para comer, solo que no han sido tan fastuosos como me los imagine, en mi caso he pedido un espagueti con camarones y unos camarones hawaianos, mientras el pidió un vuelve a la vida y un filete relleno de mariscos.

Todo iba bien hasta que comenzamos a comer, ninguno de los dos pudo llegar al segundo platillo, ni hablar, terminé llevándome los camarones hawaianos a la casa, espero que no me causen alergia pues son de los camarones pacotilla, aunque se veían un poco más grande.

Ya en casa me voy a la cama temprano, realmente tengo sueño Alex, pero sobre todo muchas cosas que contarte, me duele muchísimo tu ausencia y busco en otros lo que tenía contigo, esa forma que tenías de tranquilizarme me hace falta. REALMENTE TE EXTRAÑO.

Alex… no puedo más…. TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario