29 de noviembre de 2017

Charlando con Eliza

He tenido un día lleno de altibajos Alex, desde que amaneció hasta que anocheció necesité tanto de tu consejo como no tienes idea, no recuerdo bien si me he levantado con el pie izquierdo o no, pero pensé que sería un día tranquilo, como cualquier otro, me equivoqué.

Me he ido a la oficina como todos los días, y mientras caminaba por las calles pensé en ya no mencionarle nada a la esposa de Eduardo, mirando en retrospectiva me doy cuenta que me hacían el favor de ir por la leche que yo no quería, una manera diferente a como yo lo pensaba Alex, en mi loca mente imaginaba que yo les hacia el favor al prestarles la tarjeta de la leche para que la aprovecharan, así que es uno de los tantos temas que pienso dar por terminado, además he revisado de nuevo el whatsapp y tal parece que si me han bloqueado, en fin, si le he dejado de hablar a personas que me importaban que no lo haga en este caso.

Por la tarde pasé a saludar a las Chávez, ahí me encontré con Eliza y comenzamos a charlar, fue cuando le mostré el mensaje que Perla me había enviado y la razón por la cual no pretendo estar donde ella esté, por supuesto que me ha dado la razón y continuamos con otros temas, uno de ellos fue la capacitación que está dando un vecino con respecto a los primeros auxilios, que por cierto orquestó Perla, la verdad ha sido una charla un poco tranquila, o más bien inocente por parte de las dos, nunca imaginamos lo que pasaría después.

Resulta que Blanca le comento a Perla de nuestra charla y, obvio, esta ultima le reclamo a Eliza, sinceramente no entiendo su molestia pues no es un tema secreto, varias personas lo comentaron y me entere inicialmente por otra fuente, la verdad es que no entiendo si fue por molestarla a ella o a mí, o simplemente un comentario más hecho en familia, pero bueno.

Entiendo que Eliza se haya enojado, ni ella o yo somos participes de chismes por lo que creo que un buen tiempo no podremos charlar y dudo que ella me cuente lo que pasa allá, en fin, te das cuenta hasta donde llega la envidia de tu prima?

Tantas y tantas cosas que quisiera charlar contigo Alex, en mi cabeza puedo ver tu cara de disgusto y diciéndome: “Te dije que tuvieras cuidado, así son ellas, ya vez lo que me paso con su hermana”, pero como bien dice el dicho: “nadie escarmienta en cabeza ajena”.

Alex… no puedo más… ven ya por mi… TE AMO.

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