25 de julio de 2013

Los viejitos

Los días como hoy tengo que salirme de la casa Alex, si… algo que no ha cambiado, al menos la ratita no deja de venir, seguramente un día de estos me dirá que sube la cuota, en fin. Salí de casa sin rumbo, me subí al trolebús y en una hora me encontraba ya en el centro.

Camine por la calle de las librerías de viejo, sigo sin poder encontrar el libro de Anne Rice que me falta para la colección, si Alex, debí de haberlos comprado cuando los encontramos, una de las tantas equivocaciones que te cometido.

Como aun me sobraba tiempo fui al comedor Alex, me la he pasado limpiando mesas y dando agua, había más voluntarias de lo que yo recordaba, una de las señoras hasta trato de orientarme pero creo que los comensales daban mas lata que yo.

He comido de nuevo pepinos con limón Alex, estaban dando en el comedor y pedí que me sirvieran un poco en un vasito de plástico, aunque el primero le han salido alas, al menos donde lo deje ya no estaba, seguramente alguien lo vio solito y se lo llevo consigo. El segundo vasito lo cuide un poco más, pero al comer los pepinos he sonreído recordándote, por ti, por mi, por los pepinos.

Lo más chistoso ha sido cuando volví de nuevo en el trolebús me toco la hora en la cual subió pura gente de edad avanzada, me la pase cediendo el lugar, apenas me sentaba y se subía alguien más, creo que han sido unas 3 o 4 veces las que me levanté, ha sido el penúltimo quien comenzó a hacerme la charla cuando intente darle el lugar a alguien más. Dos señores me han hecho reír un poco cuando se peleaban por saber quién era el más joven y cuál de los dos se quedaría conmigo.

Hasta me han hablado de una señora que vive cerca del Doctor Mario que ya tiene 100 años, una persona que tuvo 7 hijos y un esposo, todos ellos se han marchado, no entiendo como hace ella para seguir en esta realidad, yo con tu partida apenas y puedo Alex, imagina el dolor de perder un hijo tras otro y luego al esposo. Ufff.. que fuerte.

Pero me he quedado con la imagen de los dos viejitos, unos chamacones de 73 y 76 años, me hicieron la tarde tratando de hacerme reír, creo que tanto para ellos como para mí fue un buen momento, ellos por hacerme reír un poco y yo por escucharlos.

Antes de llegar a casa pase a saludar a tu mamá, no le he contado mi aventura con aquellos caballeros, pero al hablar con mi mamá le conté un poco, hay Alex… como me haces falta, no tengo a quien contarle este tipo de cosas, no tengo quien me ame como lo haces tú.

TE EXTRAÑO TANTO.

Alex… ven ya por mi… no tardes… duele mucho… aquí te espero… TE AMO.

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