24 de septiembre de 2011

Subcomandante Anemy

Fue muy difícil levantarme hoy de la cama, siento que no dormí casi nada Alex, me di cuenta cuando mi mamá ya no estaba en la cama pero aun así me obligue a dormir nuevamente, cuando sonó el despertado solo me arrastre por él y lo apague, me sentía realmente cansada. Solo puedo recordar un sueño pero no estabas tú ahí. Dicen que soñar con el mar es un reflejo de tu vida, soñé el mar negro, profundo, pero sobre todo encerrado en un cuarto y solo podía irse hacia las cavernas, bastante miedo me dio.

Tarde bastante para poder levantarme, afortunadamente hoy no fui al trabajo pero me siento como si me hubieran dado una paliza o estuviera a punto de enfermarme. Me siento muy cansada y a veces puedo decir que hasta mareada.

EL dolor en el pecho es predominante, solo basta con algún movimiento ya sea sentada, parada o acostada para sentir una presión en el corazón, muchas veces he llegado a pensar Alex que me gustaría fuera un problema letal, así estaría contigo en un corto tiempo.

Eran casi las 11 de la mañana cuando pase con tu mamá para ver si quería acompañarme a comprar las flores, aunque insistí varias veces no acepto por lo que solo fuimos mi mamá y yo. Llegue a considerar la opción de comprar las flores en un lugar más cerca, aunque el precio seria más elevado y la calidad menor. Como ya había pasado la celebración encontramos solo mucha gente pero al señor de las flores lo pudimos localizar, después de haber escogido las flores y pagar el importe correspondiente salimos de ahí y nos topamos con bastante tráfico.

Le compre los claveles acostumbrados a tu mamá Alex, blancos y rojos, y se los lleve en cuanto llegamos. Después de charlar un poco con ella me fui a la casa para limpiar a la familia peluche en lo que mi mamá comía.

Comencé a limpiar la jaula como cualquier otro día, solo que note a tres de ellos bastante tranquilos y queriendo que los sacara de la jaula, así lo hice y termine de retirar la suciedad, cuando moví la cobija descubrí que la subcomandante Anemy se ha ido a jugar contigo, al igual que lo hiciera Totoro se aparto de los demás. Pareciera que se quedo dormida cuando partió, no sé cuantas horas llevaba cuando la encontré pero me causo miedo y tristeza encontrarla, no estaba completamente rígida por lo que asumo sucedió pocas horas antes de descubrirla.

Al recordar como jugábamos con ella y los sustos que nos provocó en repetidas ocasiones no pude evitar comenzar a llorar, la puse en un pedazo de periódico y fue enterrada en el mismo lugar donde descansan Toroto y Tathu. Al final he colocado una flor de color morado para agradecerle por todo lo que hizo por nosotros Alex. Espero se encuentre ya jugando contigo, me hiciste tanta falta en el momento de sacar y colocar a Anemy junto a los demás.

Poco a poco las cosas cambian, a veces de manera casi imperceptible otras muy notorias, son cambios que quisiera evitar a toda costa y preservar lo que queda de nuestro mundo pero que a la vez me hacen pensar que nada es para siempre, a excepción por supuesto de nuestro gran amor Alex.

He tratado de estar más relajada con mi mamá aunque muchas veces me desespera en demasía Alex, y cuando eso sucede pienso muchísimo en ti. Hoy salimos a caminar por la colonia, me ha contado muchas cosas de las cuales a pocas les he puesto atención, sinceramente no me importa la vida de los demás mucho menos sus problemas, un día a la vez es la forma en la que puedo soportar tanto dolor y la bola de sentimientos que conlleva tu partida. Como te extraño Alex.

Ya casi termina el día y el cuerpo sigue doliéndome Alex, pareciera que hice bastante ejercicio pero no ha sido así. Seguramente es por la enorme carga emocional que cargo día tras día.

Alex, por favor… dime que pronto vendrás por mi… por favor no tardes… es muy duro y doloroso estar aquí… ven ya por mi… TE AMO.

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