10 de septiembre de 2011

Casa del peregrino

Nuevamente me desperté antes de que sonara el despertador, 7.30 am, fui por él y me volví a recostar. Al dar las 8.15 de la mañana me levante, vestí y tome la mochila para ir a la oficina. Tenía dos opciones para irme una era caminar hacia el metro y la otra tomar un taxi e irme a la estación Talismán, por un segundo pensé en ti Alex y en que ojala pasara un taxi pequeño (una cotorrita), cuál fue mi sorpresa que casi inmediatamente después de pensarlo vi acercarse un taxi pequeño, solo pude sonreír y hacerle la parada.

Aun y cuando el chofer entendió mal el destino pude llegar a la oficina a las 9 de la mañana, lo malo fue que Pedro solo llego e inmediatamente partió, Sergio llego con 45 minutos de retazo y las actividades que se hicieron fueron básicamente responsabilidad de él, medio metí mi cuchara Alex pero sabes, te extrañe mucho, Sergio amablemente comenzó a explicarme las cosas, técnicamente claro aunque luego fue un poco mas light, pero nada en comparación con la forma en la que tú me explicabas las cosas. Continuamente miraba el sillón en el cual siempre que íbamos a la oficina llegabas y te adueñabas.

Muchas veces pronuncio tu nombre estando ahí, algunas veces mentalmente y otras en voz baja. Hay veces que siento como tocas mi cabeza y trato de recargarla de la forma en la que usualmente lo hacías cuando estabas parado a un lado mío. Te extraño tanto Alex.

Victor me dijo que es muy seguro tenga que irme unos días a Toluca como residente, no le he dicho que si o no, veremos qué me dice la semana que entra, al menos el lunes o martes el sale de viaje así que podre estar en casa, le he comentado que el jueves no estaría disponible, creo que nadie se da cuenta realmente el porqué no salgo esos días, nadie presta atención ya Alex, solo a tu mamá y a mí nos haces muchísima falta.

Regrese del trabajo sola, ya casi para llegar al final de la línea se subió un vendedor con música mexicana, entre muchas escuche la de cielo rojo 2 veces, no pude evitar comenzar a llorar, vi como las lagrimas rodaban por la sudadera gris y me percate que una persona me veía, aun cuando ceso la música las lagrimas no lo hacían. Qué triste me he sentido.

Mi mamá trajo pescados para comer, solo he comido un pedazo, después de eso fuimos a la casa del peregrino a comprar quesos de Zacatecas, al final ni quesos ni nada, eso sí, tu mamá hizo su nido y salió con taco de frijoles y pollo además de algunos tamales y chiles para hacer chilacas. Estuvimos solo Cecilia, mi mama y la tuya Alex. Todo estaba bien hasta que por un comentario inicial de tu mamá y secundado por la mía se enteraron de la situación. Al final los comentarios de siempre, las miradas de lastima centradas en mi, solo pude sentir como las lagrimas inundaron mis ojos pero esta vez las controle y evite que salieran, tuve que estar un buen rato con la mirada clavada en el piso, de lo contrario rodarían por mis mejillas y seguramente tratarían de consolarme.

Visite junto con Cecilia las instalaciones de la Casa del Peregrino, no es la que está cerca de la casa Alex, está ubicada a un costado. Realmente fue deprimente estar ahí, falta de higiene, cobijas colocadas en el piso, gente lavando trastes, otras solo sentadas en las escaleras. El edificio parece como una vecindad vieja de 4 pisos, muchos cuartos, mucha gente. Ni que imaginar el cómo esta ese lugar en Diciembre. Como venían de Zacatecas recordé el fin de semana en el que te alcance en esa ciudad, lo que vimos, comimos, compramos… el estar juntos, hermosos recuerdos que me hacen bajar la mirada y controlar lo mas que pueda las lagrimas.

Entre los peregrinos vi parejas jóvenes, caras alegres, miradas de curiosidad, hijos pequeños, etc. Tantas y tantas cosas que yo tuve a tu lado y muchas otras que ya no tendré.

Ya de regreso tu mamá se engancho a mi brazo y al de su hija, mi mamá comento que la vio sonreír en varias ocasiones cuando me miraba y luego a Cecilia. Nos hiciste mucha falta Alex.

Cada vez que viene mi mamá y comienzo a escribir estas líneas trato con todas mis fuerzas de no llorar, casi siempre lo logro pero en el momento en el que ella se va a recostar estas salen sin poder controlarlas.

Te extraño tanto Alex. No sé cómo seguir con esta terrible ausencia…

Alex, por favor… no tardes mucho en venir por mi… por favor… te necesito mucho… te extraño como no tienes idea… por favor ven ya por mi… TE AMO.

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