8 de septiembre de 2011

La chamarra

Curiosamente ayer programe el despertador para levantarme a las 8.30 de la mañana, como en otras ocasiones me desperté antes que sonara la alarma, al levantarme por el despertador note que había puesto la hora pero no la indicación para que funcionara la alarma, el cerebro se comporta de maneras extrañas Alex, olvido cosas, no puedo concentrarme, recuerdo momentos muy tristes pero me hace despertar antes de que suene el despertador la mayoría de las veces, ojalá pudiera hacer que le ordenara a mi corazón dejar de latir.

Subí a lavar la ropa y el cobertor que uso de sobrecama, aunque dejo que se acumule la ropa sucia ya no es nada comparado a lo que solía lavar hace más de 6 meses, ya nada es lo mismo Alex.

El agua estaba bastante fría, por un momento comencé a temblar de frio pero aun así continué porque estaba comenzando a salir el sol y de alguna manera o de otra quise aprovechar eso y dejar que la ratita hiciera la limpieza sin molestarla, lo malo es que por más que alargue el tiempo termine antes, así que saque al coquito para darle unas vueltas, tengo que practicar si es que puedo llevarte flores en el. Me puse un poco triste pues comienza a tener una marca, espero que se comience a quitar.

Le he regalado a la ratita aquellas rejillas que compramos hace tiempo, cuando le decía algunas cosas se me ha quebrado la voz, siempre comprábamos las cosas por dos, éramos dos, eso fue lo que me hizo sentirme sola, lo que no impidió que pensara en ti, en que me dijiste que yo debería de tomar las decisiones. Decisiones, decisiones, decisiones, malditas decisiones.

Pasada la tarde el sentimiento de soledad me ha hecho llorar toda la tarde, extraño tu forma de ver la vida, de amarme, hacerme reír o enojar. Extraño la vida a tu lado, extraño a la persona que solía ser cuando mis manos podían jugar con las tuyas, extraño todo Alex.

Trate de ir a ver a la comadre, pero al buscar una chamarra y tratar de ponérmela me vi buscando desesperadamente algún indicio de aroma o cabellos tuyos Alex… me vi buscándote por todas partes, me hizo sentir tan mal. Saque fuerzas de donde pude y me dirigí a la casa del ahijado. Llegue pero no había luz, simplemente regrese con la cara bañada en lágrimas, realmente sola fue la forma en la que me sentí y lo sigo haciendo.

A partir de ahí no he dejado de llorar, sentir frio pero sobre todo muy sola.

Alex, por favor no tardes mas en venir por mí, por favor… te lo suplico… ven ya por mi… ya no puedo más… te extraño tanto…. TE AMO.

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