17 de septiembre de 2011

El extranjero

Aun cuando mi mamá estaba en casa me levante bastante tarde, pero incluso estando ella conmigo me sigo despertando constantemente Alex, trato de estar un poco más tranquila pero no puedo sigo pensando constantemente en ti.

Fuimos al supermercado y encontré el nuevo libro de Anne Rice, lo compre junto con algunas otras cosas en las cuales incluí el helado de coco para tu mamá, esta vez fue de otra marca. Cuando veníamos de regreso vimos pasar un cortejo fúnebre y al querer contarlo por la tarde con tu mama me mostré indecisa en decir si había sido ayer u hoy.

Tu mamá me invito a acompañarla al panteón el día de hoy, pero he tratado de rechazarla de la mejor manera, el domingo es el día en el que me resulta más cómodo para ir sobre todo porque es lo único que hago en el día.

Después de comer hice la limpieza rápida a la familia peluche Alex, me da mucha lástima ver que dos de ellos están extraños, no sé qué hacer, por momentos pienso que debería de ir a jugar contigo, pero en otros pienso lo contrario, al final de cuentas eras tú quien estaba más emocionado por tenerlos que yo.

He llorando nuevamente, solo que ahora trato de hacerlo cuando mi mamá no me ve, me senté un rato por la tarde en las escaleras de la casa, pensando en que los 6 meses que han pasado se dicen fáciles, pero es el tiempo en el que noche tras noche pido ya no despertar, donde día tras día maldigo el estar en esta realidad donde no estás tú Alex, cuánto tiempo más tendré que esperar?

Aprovechando que no estaba tu mamá en su casa fui un rato a sentarme a la capilla, recordar buenos y malos recuerdos fue lo que hice además de llorarte. Hay veces que no sé de dónde saca el cuerpo el agua para seguir haciéndolo, casi no tomo agua.

Regrese y vi con mi mamá una película, al término de la cual lave los trastes en donde tu mamá me dio pozole y fuimos a llevárselo. Hemos platicado con ella un rato recordándote por supuesto Alex.

Al despedirnos vimos a un extraño en la esquina, por supuesto nos dio mala espina y nos alejamos rápidamente aunque el tipo iba atrás de nosotras, mi mamá decidió ir a la cacho tienda y fue ahí donde nos alcanzo. En teoría era un extranjero (español quiero suponer) y estaba buscando un café internet, le dimos las indicaciones y esperamos a que se fuera.

Ya en casa llame a Doña Celia para decirle que estábamos bien, por supuesto su preocupación me causo cierta curiosidad, ella se preocupa bastante por mi ya que en mi ve una parte viva de ti Alex, lo mismo que yo en ella. Juntas somos tu pasado y presente.

Aun y cuando me bañe y casi no hice nada en especial me siento bastante cansada, quizá debido a que cada vez que pasa el tiempo el dolor, tristeza y soledad crecen más y más.

Alex… mi querido y amado Alex… por favor ya no tardes mas en venir… ya no quiero seguir aquí… por favor no tardes mucho en venir… aquí espero… TE AMO.

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