28 de noviembre de 2011

Perdidas

Me desperté mucho antes de que sonara el despertador Alex, me he dado cuenta perfectamente el momento en el que mi mamá se levanto de la cama y el tiempo en el que estuvo en la cocina. Aunque trate de volver a dormir no pude hacerlo así que solo me la pase recostada en la cama un poco más.

Me levante y comencé a prepararme para salir e ir por tu mamá y hermana, hacia bastante frio y como es costumbre me levante de mal humor, afortunadamente mi mamá se salió a esperarme abajo con todo ya listo. Eran las 8.30 cuando ya estábamos tocando la puerta de la casa de tu mamá, continuamente me he topado con el cerrojo puesto pero ni para que enojarme, mejor toco la puerta y listo.

Cuando nos acercábamos a la Basílica de Guadalupe Cecilia me propuso irnos por otro camino, solo que esta vez se ha equivocado en la ruta y nos perdimos, lo tomamos bastante tranquilas pero tu mamá comenzaba a desesperarse, nos regaño a todas por no preguntar a extraños donde nos encontrábamos, pero sinceramente creo que a todas nos dio miedo hacerlo, así que dimos media vuelta y regresamos casi al inicio, lo bueno fue que lo hemos tomado con humor.

Después de eso no tuvimos ningún contratiempo y llegamos sin problemas al panteón, cuando bajamos nos dimos cuenta de que hacia muchísimo frio y que las flores que compramos estaban ya bastante feas, motivo por el cual Cecilia decidió no ponerle flores a Alfredo, salimos muy rápido del lugar y las lleve al puesto de quesadillas que nos había recomendado Fernando en días pasados Alex, como siempre tu mamá invito pero las cuatro coincidimos en que no eran lo que esperábamos, un lugar menos al que ir Alex.

Las traje de vuelta y lleve a mi mamá a su casa pero antes de llegar pasamos a la pastelería por unas conchas con nata, muy ricas de verdad. De regreso trate de prender el Coquito pero la batería se descargo y no podía moverlo así que pensé en ir otro día. Por la tarde tu mamá nos trajo unas tortas de cochinita, bastante buenas Alex, ojalá pudieras probarlas.

Por la tarde pude mover el coquito y lo prendí, de alguna manera me sentí capaz de solucionar el problema y lo hice sin necesidad de alguien más solo que al regresar a la casa me puse a llorar. Busque por todas partes alguna señal que me indicara lo orgulloso que estas de mi Alex, te extraño tanto.

Alex, por favor no tardes en venir por mí… te espero… no tardes… por favor… TE AMO.

(Debí publicar esto ayer pero me sentía muy triste y el frio me hizo esconderme bajo las cobijas, lo bueno fue que pude dormir temprano.)

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