He dormido mucho hoy Alex, pero me siento tan cansada. Eran casi las 11 cuando me levante de la cama a tomar un poco de líquidos. Solo que volví a recostarme esta vez sin usar tapones. Solo dormitaba hasta que el perro de los vecinos comenzó a ladrar más fuerte.
Me levante y comí un poco, espere hasta que mi mamá llego a casa. Traía consigo una cobija que ella hizo para las huronas. Cuando llego subí la cobija y arregle de nuevo la jaula, había decidido ponerles la cobija de ositos azules, pero no sé, me arrepentí y subí otra, solo que la corte a la mitad para que dure un poco más. Al cortar la cobija me he sentido bastante mal, no sé porque recordé los últimos momentos en los cuales hable contigo Alex, lloré bastante. Aun ahora cuando escribo estas líneas no puedo evitar comenzar a llorar. Te extraño tanto Alex.
Una de las huronas está muy mordelona, espero que eso se le quite en poco tiempo pues las mordidas suelen doler mucho.
Fuimos por las flores junto con tu mamá y hermana, como estamos con nuevo horario ha oscurecido bastante, no me gusta este horario Alex. Compramos rápidamente y nos regresamos, ni tiempo le dio a mi mamá buscar al señor de las patitas.
De regreso hablamos acerca de lo que sucede en casa de don Juan, nuevamente pienso que nadie te conoce mejor que yo Alex, me doy cuenta que a tu mamá y a mí nos duele muchísimo tu ausencia. A casi 8 meses solo ella y yo te seguimos llorando, te extrañamos como no tienes idea. Coraje da pensar que hay tanta gente mala y sigue aquí, mientras tu estas en otro lado Alex, un lugar lleno de paz y luz, por favor no tardes ya en venir por mí.
Este domingo iremos con Blanca Nute, y quizá el lunes sea necesario que vaya yo, espero que no sea sola. Aprovecharé para hablar con la licenciada y cerrar el pendiente que aun tengo Alex. Me da tanto miedo ir sola, pero no puedo decirle que no a Victor, ha hecho tanto por nosotros.
Alex… por favor ven ya por mi… ya no quiero estar aquí…. no tardes… TE AMO.
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